sábado, octubre 9

La "cosificación" del hombre

Por Stephanie Gonzales Quiroz


El jueves pasado tuve la gran oportunidad de asistir a una de las conferencias de Neurociencias organizada por la Academia Peruana de Neurociencias. El expositor, Santiago Paredes Ruiz, psicólogo clínico, advirtió a la audiencia que su charla no iba a tratar sobre el sistema nervioso, la neocorteza, las neuronas o los neurotransmisores; pero sí sobre un aspecto de vital interés en la vida del hombre y, sobre todo, en la constitución de su personalidad: La evolución de los sistemas de producción.

En el Perú, muchos neurocientíficos siguen la línea teórica planteada por el Dr. Pedro Ortiz Cabanillas, según la cual el hombre codifica información social (de diferentes tipos) en su neocorteza. Por lo tanto, el hombre nace con información predispuesta genéticamente, la cual es reestructurada por las diferentes clases de información que asimila a lo largo de su vida. Parte de esta información social a la que nos referimos es la relativa al sistema monetario, por ejemplo.

En la conferencia del Dr. Paredes se mostró cómo ha evolucionado el sistema de producción del hombre: desde la fabricación de herramientas hasta el capitalismo financiero. En suma, hizo hincapié en conceptos como mercancía, excedente, valor de cambio, valor de uso, entre otros.

Quizás los oyentes no esperábamos una charla de naturaleza tal; sin embargo, estoy segura de que muchos de los asistentes nos llevamos la satisfacción de haber aprendido un poco más acerca uno de los subsistemas en los que el hombre constituye el núcleo. Pero me quedo, sobre todo, con una idea que debemos considerar: El hombre le ha dado más que un valor de intercambio, un valor intrínseco al dinero, así como a los objetos o cosas (de ahí el título del post); nos estamos hundiendo cada vez más en el consumismo -si no es que ya lo hicimos-. Entonces, ¿cómo estaremos formando nuestra personalidad?..